Distribuido por: Remedy
Desarrollado por: Remedy
Género: Survival Horror
Fecha de Lanzamiento: 16 de Febrero de 2012 (en Steam)
Plataforma: PC (también disponible en Xbox360)
La historia interminable
Antes de nada quiero aclarar que no esperaba nada de Alan Wake. Es decir, sé que te ha tenido un desarrollo largo, que en principio iba a ser un sandbox y que luego se ha quedado en una aventura bastante lineal. A mí, particularmente me gustan más las aventuras lineales que los sandbox, por lo que en este sentido, no tengo quejas. La razón por la que Alan Wake me atrajo tanto en un principio es porque me gustaron las pocas imágenes que quise ver de él, y porque lo desarrollaba Remedy, autora de los dos primeros Max Payne. Incluso, antes de que saliera en PC me planteé comprarme el juego para Xbox360y pedirle prestada la consola a algún amigo o familiar.
Alan Wake tiene muchas cosas buenas, pero también muchas malas. Obviamente, no pido que sea un juego perfecto, pero lo que no entiendo es porque en algunos análisis de webs especializadas se empeñan en pasar por alto algunas carencias muy flagrantes. Aunque profundizaré más en ello después, el mayor defecto de Alan Wake es lo excesivamente repetitivo que es. Es cierto que al final te terminas el juego por querer saber el desenlace de la trama, pero aún así puede llegar a ser muy pesado y muy aburrido. Recuerdo que llegué a leer, en el análisis del NeverDead en Meristation, que era intolerable que fuera un juego tan repetitivo. No lo sé porque aún no lo he jugado, pero ya lo he comprado por eBay, aunque dudo mucho que sea tan repetitivo como Alan Wake. Sin embargo, en Meristation solo mencionan de pasada que Alan Wake a veces es algo repetitivo. ¿A veces? ¿Sólo a veces?
Es evidente que Microsoft ha invertido mucho en la publicidad de este juego. Inicialmente iba a ser multiplataforma para Xbox360 y Playstation 3. Después Microsoft se hizo con la exclusiva, y pasados 2 años aproximadamente, ha llegado al PC también. Yo lo compré de oferta en Steam. Desde el principio, con la presentación, la banda sonora, la estética, el doblaje, etc.. se ve que los detalles han sido muy cuidados y que los valores de producción han sido muy altos. En este sentido Alan Wake sería una obra maestra, y un juego de 10. Pero todo lo bueno que tiene en este sentido, lo tiene de malo en la jugabilidad. Es decir, como videojuego propiamente dicho es muy normalito. No es divertido por su mecánica jugable, sino por su trama, o más bien por su narrativa, por la forma de contarla.
Alan Wake recuerda mucho a las novelas de Stephen King, y a las películas basadas en sus novelas. En este sentido es todo un acierto. En el juego hay numerosos guiños al estilo del escritor norteamericano, e incluso en algún momento le nombran, ya que es uno de los ídolos de Alan, que también es escritor. La narrativa del juego es muy buena. Es muy parecida a la de las series televisivas americanas, con 6 episodios, más los 2 episodios extras (que en Xbox360 salieron como DLC). Cada episodio, a partir del segundo hace un recordatorio de lo ocurrido hasta entonces, con el encabezado de "Anteriormente en Alan Wake", que me recordó a los del último Alone in the Dark. Al terminar cada capítulo, escucharemos una canción que forma parte de la genial banda sonora del juego.
La trama está contada por el propio Alan haciendo de narrador. También nos encontraremos hojas del manuscrito del libro que Alan estaba escribiendo, que cuenta partes de la historia, aunque a veces lo haga de forma desordenada, desvelándonos hechos que aún no han sucedido y que ocurrirán después. Además, existen más formas de saber detalles de la trama, hablando con los personajes, escuchando sus conversaciones cuando no hablan contigo sino entre ellos, explorando con más detenimiento los lugares, fijándonos en los objetos de los escenarios, etc...
De todas formas, la trama de Alan Wake no es tan buena, lo que pasa es que está muy bien contada. No es tan buena porque el argumento, al igual que algunas obras de Stephen King, no intenta explicar completamente las cosas. Da por hecho la aparición de algunos sucesos extraordinarios, y no se les da una explicación real o al menos consistente, aunque sí que las explica usando la ficción. El lector o, en este caso, el jugador tiene que asumir que los hechos narrados no intenten ser más realistas, y que siempre queden interrogantes. De todas formas, igual que me paso con el primer Max Payne, tengo la sensación de que Remedy tuvo una idea inicial de la trama, y luego le fue añadiendo detalles, que la dejaron más confusa. Hay veces que dan entender una cosa, para posteriormente cambiarla por completo. Además, hay dos personajes que me resultan completamente inverosímiles: La señora de las bombillas y la aparición de la escafandra. Lo pongo así para no destripárselo a nadie. Por cierto, los 2 capítulos extras son claves para entender del todo la trama, ya que tiene mucha información sobre Alan. Sinceramente, no entiendo muy bien por qué en Xbox360 salieron como DLC de pago. Me parece una maniobra muy sucia mutilar el final del juego quitándoles los 2 últimos capítulos y vendiéndolos aparte.
Una de las cosas que más nos meten en la trama de Alan Wake es la ambientación del juego, que está muy conseguida, especialmente cuando nos encontramos en el bosque de noche. Aunque a la larga veremos con excesiva frecuencia este tipo de escenarios, hay que reconocer que los efectos de iluminación, o el efecto del viento moviendo la hierba, las corrientes circulares de humo, etc.. son muy brillantes. Gráficamente es de lo mejor que he visto últimamente.
A pesar de las quejas que he leído por internet, sobre todo en ciertos foros de videojuegos, acerca de que Alan Wake es sub HD y que algunas texturas se ven borrosas (siempre refiriéndose a la versión de Xbox360), tengo que decir que, al menos en PC, los gráficos son muy buenos. El modelado de los personajes es notable, especialmente el de Alan. Los efectos de los enemigos (como si le rodease una especie de humo negro) están muy bien realizados. Y los escenarios abiertos tienen un gran nivel de detalle.
Hay varios aspectos que me hacen pensar que Remedy quiso hacer de Alan Wake un survival horror intentando coger lo mejor de cada saga emblemática. Por ejemplo, la munición a veces es escasa, sobre todo si jugamos en nivel difícil o pesadilla. Esto es algo que ocurría en el primer Resident Evil. El saber que tienes que administrarte bien la munición es un elemento más de tensión y agobio que viene muy bien en los juegos de este tipo. Por otra parte, aunque Alan Wake no es excesivamente difícil, sin embargo, es relativamente fácil morir por algún despiste o, simplemente, porque no te da tiempo a reaccionar. También hay fallos jugables que favorecen el morir con frecuencia, pero ya lo explicaré después. Hay elementos sobrenaturales, como los poseídos, recordando a los Silent Hill y a Forbidden Siren, y en la trama hay detalles que no se explican del todo, como suele ocurrir con los Silent Hill. Se juega mucho con la oscuridad y el uso de una linterna, como en los Silent Hill y en varios juegos de Alone in the Dark. En algunos momentos, mientras jugamos, y en algunas escenas no jugables, se producen flashes, o imágenes repentinas, como también sucedía con la saga The Suffering. En todos estos elementos, se puede decir que Alan Wake es un survival horror en toda regla.
Pero la realidad es que Alan Wake no transmite nada de tensión, ni de miedo, ni de agobio. Hay determinados elementos, cómo el uso de la oscuridad, o las emboscadas de enemigos, o los pocos sustos que el juego tiene, que están realmente muy vistos. Además, igual que los combates, también se tiende a la repetición en cuanto a los efectos por lo que, una vez visto alguno de ellos, se pierde el factor sorpresa cuando se vuelve a utilizar ese recurso. Que conste que el hecho de que Alan Wake falle a la hora de asustar o meter miedo al jugador no es el factor que ha hecho que me decepcione, sino su jugabilidad.
La jugabilidad en Alan Wake consiste en lo siguiente. Prácticamente sólo hay dos tipos de fases: Las que ocurren durante el día y/o con estancias iluminadas, a las que llamaré "fases de luz", y las que ocurren por la noche y/o en estancias oscuras, a las que llamaré "fases de oscuridad". En ambas fases, los objetivos suelen ser conseguir llegar a un lugar concreto, por lo que el juego se vuelve bastante lineal. Las fases de luz, que suponen el 25% del juego, son tranquilas, no tenemos enemigos, por lo que tampoco tendremos armas ni linterna, y no podremos siquiera apuntar, esquivar, ni correr. En ellas, vamos conociendo personajes, partes del pueblo, detalles sobre la trama, etc... Las fases de oscuridad, que forman el 75% del juego, son más tensas y suelen estar plagadas de enemigos a los que tenemos que enfrentarnos, aunque siempre podremos huir. De hecho, hay una fase de oscuridad que consiste en huir principalmente. Los combates están muy bien... al principio. El problema es que se abusa tanto de ellos que al final uno se acaba cansando.
La mecánica del combate es sencilla y está bien planteada. Nuestros enemigos son poseídos, una especie de sombras humanas. Existen varios tipos, pero en realidad hay poca diversidad, y son todos bastante parecidos. Para poder matar a los poseídos hay que debilitarlos con la luz de la linterna primero, enfocándoles con ella de forma continuada hasta destruir su capa de oscuridad. Luego, ya podemos dispararles con armas de fuego para matarles. No se puede matar a ningún enemigo sin destruir su capa de oscuridad primero. También es cierto que, hay determinadas armas, como el lanzabengalas o las granadas de luz, que les mata directamente. Incluso hay alguna fase en la que podemos usar un foco de luz potente y matarles directamente con él sin usar armas de fuego. Y hay otras fases en las que podemos conducir vehículos, aunque el control, sin ser tan malo como en Alone in the dark, deja mucho que desear.
Los primeros combates son toda una experiencia, o al menos el hecho de vivirlos por primera vez. Estás solo en el bosque, y de repente oyes pasos, o voces extrañas. Te parece que has visto a alguien moverse por los arbustos. En un momento dado la cámara se aleja, y en una vista casi aérea y ralentizada nos muestran donde vienen los poseídos. A partir de aquí, la música, (excelente en todo el juego, eso sí), te atormenta con un ritmo tenso, mientras eres consciente de que estás siendo rodeado, que son varios enemigos, y que tú estás en inferioridad. En realidad, tienes que ser rápido y hábil esquivando los ataques, y usar sabiamente las armas que tienes. En este sentido, sí que hay variedad. Hay varias linternas (con mayor duración y mayor intensidad), tenemos el revólver, dos tipos de escopeta y el rifle de caza. Y también contamos con las bengalas, las granadas de luz y el lanzabengalas.
A medida que avanzamos, nos van proporcionando mejores armas, pero también hay más enemigos, y más cantidad de enemigos fuertes. En algunos casos, llega a ser algo totalmente abusivo, con la única intención de alargar la duración del juego. También, con este mismo objetivo y con el de hacer los combates más difíciles, aparecen poseídos más difíciles de matar y que prácticamente ellos nos pueden matar de un golpe. Por ejemplo, los más grandes que van con martillos o motosierras. También se añaden que algunos objetos estén poseídos por la oscuridad y se lancen hacia nosotros, causándonos bastante daño si nos golpean. Pero, sin duda, los más desquiciantes son los enemigos normales que van con hoces. Te dan 3 golpes seguidos, sin posibilidad de reaccionar, y te matan directamente, o te dejan casi muerto.
El problema está en que estos enemigos a veces aparecen de golpe, cuando crees que has eliminado a todos tus atacantes, y te matan, teniendo que repetir todo desde el punto de control hasta donde te mataron. Además, el control es algo lento (sobre todo el de la cámara), lo cual hace que este tipo de situaciones de ser golpeado por un enemigo que ni siquiera ves y cuando menos te lo esperas sea excesivamente frecuente. Lo suficientemente frecuente para que el juego deje de ser divertido. Al final, este tipo de situaciones frustrantes acaban siendo una constante en el juego. A veces, deseas que se haga de día porque sabes que no vas a estar una y otra vez con la monotonía de los combates.
Debido a esto, se producen otros fallos jugables. Por ejemplo, en alguna de las pantallas de carga cuando mueras y vuelves al punto de control, te recomiendan que no intentes seguir el camino prefijado, es decir, que intentes explorar el escenario para encontrarte con objetos, como armas, páginas del manuscrito, o los termos de café (que en realidad sólo sirven para desbloquear un logro). En la práctica, lo único que produce esta exploración extra es que tengas que enfrentarte a más poseídos que si siguieras el camino normal, ya que hay enemigos que sólo aparecen si te acercas a ciertas parte del escenario. Y a veces los objetos que encuentras no merecen la pena.
Por otra parte, he notado que no merece la pena ser prudente e intentar no ir a lo loco, eliminando poco a poco a los poseídos, con cuidado de no avanzar demasiado para evitar juntarte con demasiados y verte rodeado por ellos. En la práctica, es mucho mejor usar la técnica del touchdown, que ya leí en el reánalisis de "abuelo de pro" en Meristation sobre Metal Gear Solid 3: Snake Eater. La técnica del touchdown consiste en avanzar a la desesperada hasta que llegues a la farola más cercana, ya que cada farola es un punto de control. Dependiendo de lo bien que lo hagas, consigues ahorrarte multitud de tediosos combates. No es la forma idónea de jugar pero sí la más efectiva. Entiendo lo que Remedy ha intentado hacer, y es que te sientas tan agobiado en la oscuridad que quieras llegar a las farolas para sentirte seguro. Al final, siguiendo la táctica del touchdown, en cuanto llegas a un punto de control, ya sabes que de todo lo anterior te has librado.
Respecto a los capítulos extras: La señal y El escritor, aparte de añadir muchos más detalles sobre la trama, introducen una mecánica curiosa al mostrar palabras en el escenario que, después de iluminarlas hasta que explotan, se transforman en lo que las palabras describían. Aunque nos saca aún más de la supuesta realidad en la que se ambienta el juego, me pareció algo original. En estos capítulos también se ha aumentado el número de combates y la intensidad de los mismos hasta límites insospechados. La parte final de El escritor con la subida al faro prácticamente a oscuras, salvo por la luz del faro que va haciendo un barrido, es de lo más injugable que he visto en mucho tiempo.
Si hay un apartado donde Alan Wake brilla es en el apartado sonoro. El doblaje al castellano es muy bueno en líneas generales, aunque hay alguna excepción, como la camarera Rose. La banda sonora es magistral, tanto por la variedad de canciones que escuchamos al final de cada capítulo, como las melodías que escuchamos mientras jugamos y cómo éstas cambian dependiendo de la situación en la que nos vemos envueltos (la mejor es, sin duda, la que suena mientras combatimos). Los efectos sonoros, y las voces de los poseídos también están muy logradas, aunque no deja de ser curioso que algún poseído me cuente algo de los triglicéridos, jeje.
La duración es más larga de lo que yo pensaba. Hay 6+2 capítulos, y cada uno de ellos, dependiendo de lo que exploremos y de la cantidad de veces que muramos, puede llevarnos 2 horas completarlos. Creo que lo terminé en unas 15 horas. No se me hizo largo, pero reconozco que, por culpa de los combates, estuve a punto de dejarlo porque me aburría. A medida que llegamos a los últimos capítulos la trama se empieza a enmarañar y a avanzar más lenta, y empiezas a sospechar que al final no se dará ninguna explicación definitiva.
En cuanto a la dificultad, comentar solamente lo que dije antes, sin ser un juego difícil es relativamente fácil morir a veces. Yo jugué en el nivel normal, pero no jugaría jamás en difícil, y menos en pesadilla. Creo que ya tuve suficiente, como para jugarlo en niveles más difíciles, donde la única recompensa aparente es obtener más páginas del manuscrito que sólo aparecen en el nivel pesadilla.
Concluyendo, en mi opinión, Alan Wake es una enorme decepción. Tiene un buen comienzo, enfocado con la intención de sorprender, al menos, en la primera toma de contacto. A pesar de que se ha cuidado mucho la narrativa, los gráficos y la banda sonora, se trata de un juego con una serie de fallos jugables que lo echan a perder todo: excesiva linealidad, monótono y repetitivo hasta la exasperación, y con un control muy mejorable. Después de comprar Alan Wake y antes de ponerme a jugar con él, había visto en Steam una oferta de reserva para Alan Wake American Nightmare, y estuve muy tentado de comprarlo. Ahora, ya no sólo no quiero comprarlo, sino que no quiero saber nada más de Alan Wake. Me sorprende que, después de los dos Max Payne, Remedy haya cuidado tan poco la jugabilidad de Alan Wake. Para hacer un buen juego, éste debería ser el apartado que más deberían trabajar.
Nota: 7